lunes, 10 de febrero de 2014

Rosario Robles para el GDF en 2018

Joel Saucedo

          Al interior de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) encabezada por la ex jefa de Gobierno del Distrito Federal y ex presidenta nacional del PRD, Rosario Robles Berlanga, dan por hecho que ella será quien le dispute a los perredistas la jefatura de gobierno de la capital del país para el 2018.

          De acuerdo a fuentes de la propia dependencia, este año será clave para posicionar al PRI en la ciudad de México, después de 16 años de tener una presencia casi nula entre el electorado que ha optado desde 1997 por las siglas del Partido de la Revolución Democrática.

          Un  ejército de trabajadores de la secretaría a cargo de los programas sociales en todo el país y de manera particular de la Cruzada contra el Hambre que tuvo su mayor fracaso en la capital, ha sido desplegado en domicilios clave, y hasta donde llegan cientos de ciudadanos que han empezado a ser empadronados desde mediados del año pasado.

          Y es que no es para menos, la ciudad de México se ha caracterizado por tener la mayor cantidad de programas en beneficio de las clases más necesitadas, dígase adultos mayores, niños, jóvenes y madres solteras. Esta ha sido la clave del arraigo que aún mantiene el partido del sol azteca.

         Sin embargo a lo largo de los últimos años, las huestes perredistas han quemado su pólvora en infiernitos, pues en lugar fortalecer su presencia en las zonas de influencia, se han dedicado a despedazarse entre ellos, convirtiéndose en los mejores promotores del Revolucionario Institucional.

          Es sabido que al ciudadano de escasos recursos, mientras más apoyos se le entreguen mejor para él, sin importar que sean del PRD, PRI, PAN o el resto de los partidos comúnmente denominados “chiquillada”, lo cual es difícil de cuantificar al momento de acudir a las urnas.

          Una muestra de lo que se viene en la capital, sucedió hace unos días, pues la dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional priista a cargo del ex gobernador del Estado de México, César Camacho Quiroz, designó a 16 delegados especiales, uno por cada delegación política.

         Al menos 10 de los delegados son del Estado de México y en consecuencia tienen cercanía con el titular del Poder Ejecutivo Federal. Otra característica es que todos son diputados federales de un distrito mexiquense que colinda con alguna de las demarcaciones donde fueron designados.

        El propósito de dichos nombramientos radica en hacer trabajado con la dirigencia distrital y delegacional priista, a fin de buscar ganar en el 2015 cuatro delegaciones: Cuajimalpa (actualmente priista), Coyoacán, Gustavo A. Madero y Milpa Alta.

     Los legisladores federales del Estado de México y la delegación política que le corresponde, es la siguiente: Benito Juárez, Francisco Javier Fernández Clamont; Cuajimalpa, Erika Funes Velázquez; Coyoacán, Norma Ponce Orozco; Gustavo A. Madero, Darío Zacarías Capuchino.

          En Iztapalapa, Cristina González Cruz; Magdalena Contreras, Leticia Calderón Ramírez; Miguel Hidalgo, Cristina Ruiz Sandoval; Milpa Alta, Reynaldo Navarro de Alba; Tlalpan, Rosalba Gualito Castañeda, y Venustiano Carranza, Fernando Salgado.

        Por lo que corresponde a los diputados de Puebla, les tocó en Álvaro Obregón, José Enrique Doger Guerrero e Iztacalco, Isabel Allende Cano. En Azcapotzalco, Luis Ricardo Aldana Prieto, y en Cuauhtémoc, Regina Vázquez Saut. Estos dos últimos son de Veracruz.
Dos diputados del estado de Hidalgo, también harán trabajo político en Tláhuac, Francisco González Vargas, y en el perímetro de Xochimilco, Martha Gutiérrez Manrique.

          Con ello, el tricolor tiene el propósito de alcanzar triunfos en los comicios para renovar el Congreso de la Unión y la Asamblea Legislativa, en al menos 10 distritos electorales locales y seis federales.

          Y aunque los diputados y jefes delegacionales perredistas realizan tareas territoriales, tal parece que poco o casi nada les ha importado el despliegue hormiga que viene realizado en priismo capitalino.

         Por lo pronto, ahí está la apuesta de Enrique Peña Nieto, primero para el 2015 y después para el 2018 con Rosario Robles al frente.

          En el caso del perredismo, no hay aspirantes visibles a la jefatura de gobierno. En el gabinete destacan por su trabajo el secretario de Gobierno, Héctor Serrano y de manera muy tímida, la secretaria de Desarrollo Social, Rosa Ícela Rodríguez, quien mantiene una estrecha relación con el doctor Miguel Ángel Mancera desde hace algunos años.

           Por el lado del PAN, ni se diga. Después de la derrota de Josefina Vázquez Mota en el 2012, solo obtuvieron una victoria en la delegación Benito Juárez, con Jorge Romero Herrera. En este caso, no se percibe la definición de una estrategia que le permita a Acción Nacional reposicionarse rumbo al proceso electoral que iniciará en octubre de este año.

          Según lo anterior, tal parece que el tricolor es el único que tiene el objetivo más claro para las elecciones del 2018 con escala en el 2015.

Twitter: @JoelSaucedo
saucedosj@yahoo.com.mx


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