Joel Saucedo
Al interior de la Secretaría
de Desarrollo Social (Sedesol) encabezada por la ex jefa de Gobierno del
Distrito Federal y ex presidenta nacional del PRD, Rosario Robles Berlanga, dan por hecho que ella será quien le dispute
a los perredistas la jefatura de gobierno de la capital del país para el 2018.
De acuerdo a fuentes de la
propia dependencia, este año será clave para posicionar al PRI en la ciudad de
México, después de 16 años de tener una presencia casi nula entre el electorado
que ha optado desde 1997 por las siglas del Partido de la Revolución
Democrática.
Un ejército de trabajadores de la secretaría a
cargo de los programas sociales en todo el país y de manera particular de la
Cruzada contra el Hambre que tuvo su mayor fracaso en la capital, ha sido
desplegado en domicilios clave, y hasta donde llegan cientos de ciudadanos que
han empezado a ser empadronados desde mediados del año pasado.
Y es que no es para menos,
la ciudad de México se ha caracterizado por tener la mayor cantidad de
programas en beneficio de las clases más necesitadas, dígase adultos mayores,
niños, jóvenes y madres solteras. Esta ha sido la clave del arraigo que aún
mantiene el partido del sol azteca.
Sin embargo a lo largo de
los últimos años, las huestes perredistas han quemado su pólvora en
infiernitos, pues en lugar fortalecer su presencia en las zonas de influencia,
se han dedicado a despedazarse entre ellos, convirtiéndose en los mejores
promotores del Revolucionario Institucional.
Es sabido que al ciudadano
de escasos recursos, mientras más apoyos se le entreguen mejor para él, sin
importar que sean del PRD, PRI, PAN o el resto de los partidos comúnmente
denominados “chiquillada”, lo cual es difícil de cuantificar al momento de
acudir a las urnas.
Una muestra de lo que se
viene en la capital, sucedió hace unos días, pues la dirigencia del Comité
Ejecutivo Nacional priista a cargo del ex gobernador del Estado de México, César Camacho Quiroz, designó a 16
delegados especiales, uno por cada delegación política.
Al menos 10 de los delegados
son del Estado de México y en consecuencia tienen cercanía con el titular del
Poder Ejecutivo Federal. Otra característica es que todos son diputados
federales de un distrito mexiquense que colinda con alguna de las demarcaciones
donde fueron designados.
El propósito de dichos
nombramientos radica en hacer trabajado con la dirigencia distrital y
delegacional priista, a fin de buscar ganar en el 2015 cuatro delegaciones:
Cuajimalpa (actualmente priista), Coyoacán, Gustavo A. Madero y Milpa Alta.
Los legisladores federales
del Estado de México y la delegación política que le corresponde, es la
siguiente: Benito Juárez, Francisco Javier Fernández Clamont; Cuajimalpa, Erika
Funes Velázquez; Coyoacán, Norma Ponce Orozco; Gustavo A. Madero, Darío
Zacarías Capuchino.
En Iztapalapa, Cristina
González Cruz; Magdalena Contreras, Leticia Calderón Ramírez; Miguel Hidalgo,
Cristina Ruiz Sandoval; Milpa Alta, Reynaldo Navarro de Alba; Tlalpan, Rosalba
Gualito Castañeda, y Venustiano Carranza, Fernando Salgado.
Por lo que corresponde a los
diputados de Puebla, les tocó en Álvaro Obregón, José Enrique Doger Guerrero e Iztacalco,
Isabel Allende Cano. En Azcapotzalco, Luis Ricardo Aldana Prieto, y en Cuauhtémoc,
Regina Vázquez Saut. Estos dos últimos son de Veracruz.
Dos diputados del estado de
Hidalgo, también harán trabajo político en Tláhuac, Francisco González Vargas,
y en el perímetro de Xochimilco, Martha Gutiérrez Manrique.
Con ello, el tricolor tiene
el propósito de alcanzar triunfos en los comicios para renovar el Congreso de
la Unión y la Asamblea Legislativa, en al menos 10 distritos electorales
locales y seis federales.
Y aunque los diputados y
jefes delegacionales perredistas realizan tareas territoriales, tal parece que
poco o casi nada les ha importado el despliegue hormiga que viene realizado en
priismo capitalino.
Por lo pronto, ahí está la
apuesta de Enrique Peña Nieto, primero para el 2015 y después para el 2018 con
Rosario Robles al frente.
En el caso del perredismo, no
hay aspirantes visibles a la jefatura de gobierno. En el gabinete destacan por
su trabajo el secretario de Gobierno, Héctor Serrano y de manera muy tímida, la
secretaria de Desarrollo Social, Rosa Ícela Rodríguez, quien mantiene una
estrecha relación con el doctor Miguel
Ángel Mancera desde hace algunos años.
Por el lado del PAN, ni se
diga. Después de la derrota de Josefina
Vázquez Mota en el 2012, solo obtuvieron una victoria en la delegación
Benito Juárez, con Jorge Romero Herrera. En este caso, no se percibe la
definición de una estrategia que le permita a Acción Nacional reposicionarse
rumbo al proceso electoral que iniciará en octubre de este año.
Según lo anterior, tal
parece que el tricolor es el único que tiene el objetivo más claro para las
elecciones del 2018 con escala en el 2015.
Twitter: @JoelSaucedo
saucedosj@yahoo.com.mx
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