Joel Saucedo
El pasado jueves 19 de diciembre, el Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM, echó por tierra la supuesta encuesta realizada por el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, cuyo resultado sirvió de argumento para incrementar la tarifa de 3 a 5 pesos.
Según el organismo que no invirtió ni un solo peso -a diferencia del STC que tuvo que contratar a las empresas Parametría, Consulta Mitofsky y Covarrubias & Asociados-, determinó que el 93 por ciento de los encuestados no aprobó el incremento contra un 5.3 por ciento que lo avaló.
El 6 de diciembre pasado las autoridades del Metro informaron que el resultado de su encuesta arrojó que el 55.7 por ciento se pronunció por aumentar la tarifa, lo cual concretó el 13 de diciembre aún en contra de las protestas que se empezaron a generar.
Derivado de la polémica generada, el centro de la Máxima Casa de Estudios optó por realizar su propia encuesta los días 12 y 13 de diciembre. Del resultado se obtuvo un universo de 29 mil 863 encuestados que representan el 100 por ciento de la prueba.
En total, los 27 mil 772 encuestados dijeron estar en desacuerdo con el aumento de la tarifa, mientras que mil 595 indicaron estar de acuerdo y sólo 496 manifestó no saber.
Adicionalmente, la encuesta reveló que el 91.6 por ciento consideró que tendría una afectación por el aumento en el precio del pasaje, el cual fue del 67 por ciento.
Un promedio del 40 por ciento aseguró que el incremento no lo afectaría mucho, el 39 por ciento dijo que demasiado, el 12 por ciento que poco y el 4 por ciento que no resentirán pagar dos pesos más.
Las cifras del Centro de Análisis Multidisciplinario, arrojaron que el sistema de transporte Metro resulta fundamental entre las personas con más bajos niveles de ingresos, pues entre los que perciben 2 mil y 3 mil pesos adquieren 12.9 boletos a la semana, la cual es la más alta.
En consecuencia, ese sector se verá afectado con una reducción del 2.6 por ciento de sus ingresos individuales para hacer frente al incremento.
Del tiempo en que esta encuesta estuvo disponible en línea –de las 5:30 pm del 11 de diciembre y durante los días 12 y 13 de diciembre de 2013– se obtuvieron 34 mil 140 formularios web.
Todos los formularios fueron sometidos a un algoritmo de validación que tomó en cuenta parámetros sobre los valores electrónicos de los mismos y otros propios de este tipo de ejercicios en Internet, como las medidas para evitar que un mismo usuario conteste varias veces.
Luego de la validación quedó un total de 29 mil 863 formularios web que en adelante serán tomadas como el 100% a menos de indicación contraria. La mayoría de los formularios descartados fueron debido a que los usuarios no concluyeron el trámite, esto es que no dieron click en el botón “enviar” al final del su respectivo formulario.
“Al formar parte de la Universidad Nacional Autónoma de México consideramos de suma importancia aclarar que esta encuesta se llevó a cabo bajo un esfuerzo independiente y que su costo total de realización fue de $0.00 pesos (cero pesos con cero centavos). Sólo se utilizó la infraestructura de red que la universidad ya tiene instalada”, indica el mencionado centro.
Con base en lo anterior, se observa que el golpe para los que menos tienen es demoledor, pues mientras el viaje en el Metro subió 67 por ciento, el salario mínimo registró un incremento de solo 3.9 por ciento, es decir, 2.52 pesos, lo que no alcanza ni para un traslado en el sistema de transporte.
Según la determinación de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, las percepciones para la Zona A pasaron de 64.76 pesos diarios a 67.28 pesos, y de 61.38 pesos diarios a 63.77 para la Zona B.
Este es el tipo de autoridades con que cuentan los capitalinos. El 2014 no será nada benévolo, pues al alza en el pasaje del Metro, se le deberá sumar el desliz mensual de la gasolina y el gas, además de la cascada de incrementos en los productos de la canasta básica, que ya empezaron su galopante carrera.
PUNTO Y SEGUIDO… El Código federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) indica: “El informe anual de labores o gestión de los servidores públicos, así como los mensajes que para darlos a conocer se difundan en los medios de comunicación social, no serán considerados como propaganda, siempre que la difusión se limite a una vez al año en estaciones y canales con cobertura regional correspondiente al ámbito geográfico de responsabilidad del servidor público y no exceda de los siete días anteriores y cinco posteriores a la fecha en que se rinda el informe”. Esto es a lo que no está sujeto Manuel “El Güero” Velasco, gobernador de Chiapas, quien hace unos días rindió su primer informe como el mandatario más joven del país, con sus 33 años de edad, y después de haber sido senador de la República por su estado natal. El problema es que “El Güero” se promocionó no solo en Chiapas, sino que fue más allá y llegó incluso al Distrito Federal, tanto en camiones, autobuses, espectaculares y salas de cine; en éstas habla maravillas de una de las entidades más pobres y olvidadas del país.
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