Joel Saucedo
El
pasado 4 de junio de 2014, corrientes del Partido de la Revolución Democrática
integraron el Frente Amplio de Izquierdas, con el fin de contrarrestar el poderío
de Nueva Izquierda, la principal organización de esa fuerza política.
Sin
embargo, después del proceso interno celebrado a principios de este mes,
surgieron más debilitados, lo que echó por tierra su propósito de lanzar como
candidato a la presidencia perredista al mítico Cuauhtémoc Cárdenas.
Ni
la imagen de Cárdenas les permitió hacerle contrapeso a los llamados Chuchos, quienes tienen como candidato y
seguro dirigente nacional, al ex presidente del Senado de la República, Carlos
Navarrete.
El
citado frente está compuesto por Izquierda Democrática Nacional (IDN), Unidad y
Renovación, Unidad Democrática Nacional (UDENA), Patria Digna y Movimiento
Progresista.
Este
lunes 22 de septiembre integrantes de la organización –que no sus principales
dirigentes- destaparon al ex jefe de gobierno, Marcelo Ebrard como su candidato
para la presidencia en 2018.
Pero
además, descartaron definitivamente a Cárdenas como su candidato de unidad para
competirle a Navarrete, quien por cierto durante el segundo informe del jefe de
gobierno Miguel Ángel Mancera, se comportó como virtual triunfador de la
contienda.
Lo
que llama la atención es el anticipado destape de Marcelo para el 2018. Faltan
cuatro años. ¿Acaso es válido o legal el acto de esta agrupación de corrientes
perredistas? ¿Habría qué espera a ver qué determinan las autoridades
electorales?
Y es
que aún no inicia el proceso electoral del 2015 -para renovar el Congreso
Federal y 9 gubernaturas-, y ya iniciaron los pronunciamientos hacia esa fecha
de renovación del Poder Ejecutivo.
La
verdad es que para nadie es ajeno que Ebrard aspira a ser presidente de México.
Solo hay que recordar que en 2012 estuvo a punto de ser candidato pero declinó
a favor del oriundo de Macuspana. Ahora busca anticiparse, pero totalmente
debilitado y sin una plataforma como lo fue gobernar la capital del país.
En
el ámbito perredista, el más visible es Mancera, aunque no esté afiliado. No
hay otro por el momento. En consecuencia, partido y jefe de gobierno se
necesitan. Deben ir de la mano para trabajar primero este 2015 y después el
2018.
Del
otro lado, específicamente en el PRI, las cosas son distintas, pero los
analistas ubican en primera fila a los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray
y de Gobernación, Miguel Osorio Chong.
Por
el lado panista -sumido en la peor crisis de su historia-, solo se observa a la
distancia al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle y al actual dirigente
nacional, Gustavo Madero.
Lo
cierto es que ya se dio formalmente el primer destape en la figura de Ebrard. Y
una vez que inicie el proceso electoral 2015 y la decantación de renuncias y
nombramiento de candidatos, el panorama político estará más claro sobre los que
serán los candidatos a la presidencia para la siguiente jornada electoral.
Twitter: @JoelSaucedo
saucedosj@yahoo.com.mx
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