Joel Saucedo
Hace 14 años el PAN alcanzó
un espectacular triunfo con Vicente Fox a la cabeza. Pronto éste se desfiguró. Se
perdió. Desilusionó a quienes creyeron en él, pues pensaron que desmontaría el
viejo sistema. Y nada. Gobernó con más pena que gloria.
Luego hizo hasta lo
imposible por hacer ganar a Felipe Calderón –a pesar de haberlo despedido como
titular de Energía-, quien con el tiempo de distanció de él, sobre todo cuando
Fox empezó a pintarse de priista sin renunciar como panista.
En el ocaso del sexenio de
Calderón, éste abandonó a la pálida candidata Josefina Vázquez Mota, sobre todo
porque fracasó en su intento de hacer candidato a su delfín Ernesto Cordero, pero
sí lo hizo senador y a la postre líder de la Cámara Alta.
La pérdida del Poder
Ejecutivo tras doce fallidos años de gobierno albiceleste, sumió en la
depresión y en una brutal división al panismo caracterizado antaño por una disciplina
y lealtad a toda prueba.
Con el triunfo del PRI en la
presidencia, Acción Nacional se quedó
con Gustavo Madero como máximo dirigente. Inicialmente cedió espacios a los
calderonistas y corderistas, pero éstos se tornaron rijosos y acérrimos rivales
de Madero y sus cercanos.
Así iniciaron una guerra
fratricida. En la disputa por la dirigencia nacional, ambas bandos se dieron
con todo. Extraviaron la compostura. Atrás dejaron principios, identidad,
doctrina y credibilidad. Se perdieron totalmente el respeto. Eso llevó a los
calderonistas a cerrarse las puertas con el triunfo de Madero.
Vinieron las venganzas. La
filtración de los famosos “moches” en San Lázaro protagonizados por el
coordinador Luis Alberto Villarreal. Madero no cedió, y lo mantuvo como pastor
de los diputados panistas.
Siguieron las vendettas. Al
coordinador en el Senado, Jorge Luis Preciado también le llovió, cuando
organizó un convivio con música de mariachi en sus oficinas. Fue tal la presión
que tuvo que remover a su coordinador de comunicación social.
Con las aguas vueltas
aparentemente a su cauce, apareció un vídeo de la plenaria en Puerto Vallarta,
donde el protagonista es de nueva cuenta Villarreal y los cercanos a Madero. Ya
no se sostuvo Villarreal y lo sustituyó Madero por José Isabel Trejo.
Días después, un diario
exhibió en primera plana que Preciado construye un castillo en Colima. La cosa
no llegó a mayores, pues el senador es un conocido constructor de hoteles
temáticos en la entidad. Solo fueron artificios pirotécnicos.
Los desacuerdos al interior
de la bancada senatorial continuaron y se hicieron públicos por la
inconformidad del removido vicecoordinador José María Martínez, quien acusó a
Preciado de un supuesto intento de soborno.
Martín Orozco –ex candidato
al gobierno de Aguascalientes- también pretendió estallar una bomba mediática
al acusar a Preciado de invitarlo a convivir con prostitutas, cosa que no prospero.
Hay varios tiradores que
presenten el cargo de Jorge Luis Preciado. Y no es para menos. El joven panista
está en la posibilidad de hacerse de la candidatura de su partido al gobierno
de Colima y en una de esas de la gubernatura.
Así es que lo más seguro es
que no lo dejarán en paz a él ni a Madero en los turbulentos días que se
avecinan del proceso electoral 2015.
Twitter: @JoelSaucedo
saucedosj@yahoo.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario