Joel Saucedo
Un gasto
de 32 mil millones de pesos costará a los mexicanos renovar la Cámara de
Diputados, 9 gubernaturas y 17 congresos locales, presidencias municipales en
16 estados y las delegaciones políticas en la capital del país.
De
ese monto, la mayor parte la ejercerá el Instituto Nacional Electoral (INE),
con un estimado de 18 mil 572 millones de pesos, en tanto que los organismos
electorales estatales, recibirán 13 mil 452 millones de pesos.
Por
su parte los partidos políticos recibirán a nivel nacional y estatal, recursos
para gastos de operación y campañas, por
9 mil 946 millones de pesos.
El
instituto político que recibirá la mayor cantidad de recursos, es el Partido
Revolucionario Institucional (PRI), con 1,376 millones de pesos, según el
acuerdo aprobado por el INE el pasado miércoles 14 de enero.
Le
sigue el Partido Acción Nacional (PAN), con 1,158 millones de pesos; el Partido
de la Revolución Democrática (PRD), con 886.1 millones de pesos; el Partido
Verde Ecologista de México (PVEM), con 444.7 millones de pesos.
A su
vez, el Partido del Trabajo (PT), obtendrá recursos por 389.7 millones de
pesos; el Partido Nueva Alianza (Panal), 371.2 millones de pesos y el
Movimiento Ciudadano (MC), 368.4 millones de pesos.
Los
partidos de reciente creación, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el
Partido Humanista (PH) y el Partido Encuentro Social (PES), recibirá cada uno
120.9 millones de pesos.
¿Una
elección inmensamente costosa es garantía de equidad en la contienda y la
disputa entre quienes controlan el monopolio de los partidos políticos? Salvo
los candidatos independientes que competirán sin las siglas de un partido, no
hay otra forma de elegir a un representante popular.
Los
políticos electos por la supuesta vía democrática, tampoco han resultado ser
garantía de honestidad y buen gobierno. Sin importar las filas a las que
pertenezcan, resultan estar cortados por la misma tijera.
Ejemplos
de pésimos gobiernos y peores políticos, están saturados los medios de
comunicación impresos y electrónicos. No hay día en que no se mencione a algún
personaje ligado a tal o cual hecho de corrupción o componenda.
Lo
malo de todo eso, es que no existe en ninguna parte del mundo otro sistema que
no sea el de los partidos políticos para elegir a las autoridades y a los
legisladores que deben estar obligados a servir y a representar a sus
electores.
Estamos
ante un mundo al revés. ¿De qué sirve tanto gasto para elegir a quienes aparte
de cobrar un jugoso salario, prestaciones al por mayor y gastos de
representación, usan el cargo para la transa y el cochupo?
¿Es
necesario que la autoridad financie con excesivos recursos a partidos que solo
generan políticos que desprestigian la política? ¿Es necesario elegir a
políticos que al asumir el cargo se olvidan para qué fueron electos?
A la
sociedad le sale mucho más costoso mantenerlos como gobernantes y legisladores
que lo que se invierte en ellos para ser electos y eso que para este proceso
2015 el gasto ya de antemano demencial.
Twitter: @JoelSaucedo
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