Joel Saucedo
Cada vez son más las voces que abogan por crear una Comisión de la Verdad, cuyo vértice sería el Congreso de la Unión a través de una Comisión Especial Bicameral de Conciliación y Pacificación.
Sin duda, la instancia legislativa tendría en sus manos investigar, aclarar, precisar, y sobre todo, deslindar responsabilidades del baño de sangre que tiene postrado, herido y agraviado al país.
Estos días, el senador del PT, Ricardo Monreal –uno de los más destacados parlamentarios- presentó un punto de acuerdo en el seno de la Comisión Permanente para darle vida a esa comisión legislativa.
Según los datos presentados hay más de mil 200 niños muertos en enfrentamientos armados; 10 mil centroamericanos secuestrados sólo el año pasado y alrededor de 300 mil mexicanos desplazados de su lugar de origen por la violencia.
Lo peor son los más de 40 mil muertos, de los cuales no se sabe de ninguna indagatoria para identificar y deslindar responsables. En una importante cantidad se desconoce todos los datos de las víctimas.
El texto, considera que la comisión bicameral tendrá la titánica encomienda de acercar a los gobernados con el gobierno y de reducir la brecha entre la clase política y la sociedad civil.
Más aún, servirá de faro para evitar que la embarcación del Estado –definido como criminal-, se pierda en la zozobra de la violencia, la corrupción, la indiferencia y la impunidad.
Esta es pues la oportunidad de todos los partidos políticos representados en las cámaras del Congreso para apuntalar la transición y con ello dar pauta a un verdadero cambio.
Las elecciones presidenciales del próximo año, deberán ser el cimiento de esa nueva visión de país. Es decir, los candidatos tendrán qué decirle a la sociedad cómo y de qué manera aclararán el terror sembrado por la fallida guerra de Felipe Calderón en contra del crimen organizado.
(El propio Presidente ha expresado sus dudas en torno a vivir en México una vez que concluya su gestión el próximo primero de diciembre del 2012. De sobra sabe lo que ha provocado).
Tarde o temprano el Estado, gobernado por el partido que sea, deberá dejar a un lado la cerrazón e iniciar las investigaciones para encontrar a los desaparecidos y sancionar a los responsables.
Para ello se requiere garantizar el derecho a la verdad y reparar integralmente el daño a las víctimas. Una Comisión de la Verdad, sería el único canal con sustento jurídico capaz de ello.
La estrategia calderonista ha provocado todo lo opuesto al objetivo de su creación. Lejos de acabar con la violencia, la ha sobredimensionado. Los resultados de esa miope visión quedaron a la vista con el triunfo abrumador del PRI en las pasadas elecciones.
El país entero sufre una escalada de violencia armada, violaciones graves y sistemáticas a los derechos humanos, además del reforzamiento de los cárteles de las drogas y grupos criminales que se multiplican como un monstro de mil cabezas.
La sociedad civil no confía en las autoridades de procuración de justicia, mucho menos en las fuerzas armadas o policiales. El miedo lo tiene a flor de piel.
El trabajo de una Comisión de la Verdad permitiría identificar las estructuras en que se sustenta el terror, la corrupción y la impunidad; también dilucidaría sus diversas ramificaciones en la sociedad.
Quienes tienen la aspiración de suceder a Felipe Calderón tendrán la mayúscula tarea de oxigenar a un país estrangulado en sus cuatro puntos cardinales.
PUNTO Y SEGUIDO… En la capital del país, los aspirantes a suceder a Marcelo Ebrard, se encuentran hasta por debajo de las piedras. El defenestrado jefe de la policía por el caso New´s Divine, Joel Ortega, anunció su intención de contender por la jefatura de gobierno del Distrito Federal. No son pocos los que ven en sus intenciones políticas la mano de López Obrador. Por lo pronto ya cuenta con unos cincuenta espectaculares en la ciudad… Otro que también busca ser postulado, pero por el PRI, es el ahora senador independiente, René Arce Islas. Su mayor mérito es haber apoyado al candidato ganador del Estado de México, Eruviel Ávila. El ex guerrillero dijo que le gustaría gobernar la ciudad de México pues ya lo hizo con la cuarta en Iztapalapa”. ¿Acaso se ha preguntado qué dirán Beatriz Paredes, María de los Ángeles Moreno o el diputado basurita, Cuauhtémoc Gutiérrez? Hay que recordarle al ex delegado que estos son los que más suenan en las filas del tricolor capitalino… Preparan su regreso a la Cámara de Diputados dos actores fundamentales en las elecciones mexiquenses: Luis Videgaray y Alejandro Encinas. El primero, regresará a San Lázaro a encabezar la poderosa Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública que dejó encargada al ex procurador Alfonso Navarrete Prida. Encinas, regresará a la “silla ocupada” por el guerrerense Armando Ríos Píter, quien busca quedarse definitivamente con ella. ¿Acaso se siente con mayor experiencia política que Encinas para sacar adelante un eventual periodo extraordinario y la discusión sobre el presupuesto para el 2012? Es pregunta… Otro perdedor, pero ahora por el PAN en las pasadas elecciones de Coahuila, Guillermo Anaya Llamas, regresará al recinto del Senado, como ya lo hizo el priista Raúl Mejía González, ante su fallida postulación para sustituir al gobernador de Nayarit, Ney González. Un damnificado más de esa contienda es el ex líder perredista Guadalupe Acosta Naranjo, quien volverá a San Lázaro… La procuradora general de la República, Marisela Morales, designó a Adriana Cuevas Argumento, como su coordinadora de Comunicación Social, en sustitución de Ricardo Nájera. Cuevas estuvo antes en el manejo de prensa en el Senado de la República, y las secretarías de Comunicaciones y Transportes y Salud.
Twitter: @JoelSaucedo
saucedosj@yahoo.com.mx
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