jueves, 31 de julio de 2014

México Corrupto

Joel Saucedo

Cuando Venustiano Carranza gobernó México, le dio total libertad a los líderes militares para acceder a todo tipo de canonjías, quienes a su vez delegaron la misma actitud al mundo que los rodeaba, el cual terminó acuñando la palaba: carrancear.

Esa es parte de la historia que atañe a la vida política y social del país, que envuelve el descrédito de la política. Todo envuelve hasta la médula actitudes relacionadas con la transa, los acuerdos en los oscurito, la camaradería entre cuates, para  convalidar un sistema político infestado por acciones que ubican a México en un lugar tan privilegiado como denostado.

Esta es una situación increíble. Octavio Paz y Samuel Ramos, definieron desde hace tiempo el perfil del mexicano: aquel que roba, aquel que grita, aquel que baila, aquel que canta, aquel que se mata, aquel que se ríe de la muerte, aquel que es hijo de la mala vida, y que siempre está atento a actuar para sacar el beneficio inmediato de los demás.

¿Por qué nos Cuando cuestionamos de esta manera? ¿Por qué tenemos esta manera de ser? ¿Por qué tenemos esta cultura? ¿Por qué no cambiamos? ¿Por qué queremos ser mejor que los demás a costa del hurto y el abuso? ¿Por qué aplaudimos a los que tienen más y denostamos al que tiene menos?

¿Por qué somos hijos de la mala vida? ¿Por qué no actuamos en consecuencia? ¿Por qué no nos queremos? ¿Por qué solapamos actitudes caciquiles? ¿Por qué no les heredamos a nuestros hijos la cultura de la transparencia y la legalidad? ¿Por qué no nos preguntamos si somos buenas personas? ¿Acaso el que no transa, no avanza?

El último Informe de Transparencia Internacional 2013 dice que siete de cada 10 personas en México y Argentina piensa que la corrupción ha aumentado en los últimos dos años. México se ubica en la posición 106 de 177 países de acuerdo a esta percepción en materia de corrupción.

Según los datos de la OCDE, México está considerado entre los 50 países, cuyos partidos políticos son las instituciones más corruptas del país. Después de ellos le sigue la policía. Luego los funcionarios públicos. Continuamos con el Ejército, le el sistema educativo, las organizaciones civiles y el sector salud.

Nuestro país se ha sumido en una brutal corrupción. Y ni en cinco, ni diez, ni en veinte años saldrá de este marasmo donde todo en la vida pública está relacionado con actos de corrupción.

México necesita un nuevo orden no sólo económico sino político y social, en  donde la historia nos ponga a cada quien en su lugar. Ni los partidos políticos ni el Congreso Federal, ni el Ejecutivo, ni el Poder Judicial, ni las organizaciones civiles ni la ciudadanía liberal, ni los líderes políticos han logrado que la República sea menos considerada como un México corrupto.

Twitter:@JoelSaucedo

miércoles, 23 de julio de 2014

Se busca oposición

Joel Saucedo

Cansado del incesante golpeteo a que ha sido sometido en los últimos cinco meses por las fallas en la Línea 12 del Metro, el ex jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard tomó la determinación de abandonar las filas del Partido de la Revolución Democrática.

El ex mandatario no ha hecho oficial su separación del partido del sol azteca, pero su comportamiento político lo ubica de cuerpo entero en el Partido Movimiento Ciudadano, propiedad del ex gobernador de Veracruz, Dante Delgado.

Así lo demostró durante su participación en la Segunda Convención Nacional Democrática del Movimiento Ciudadano, donde de entrada acusó al gobierno del Distrito Federal de la “embestida” en su contra.

Durante su discurso de 14 minutos, definió entre aplausos la perspectiva electoral 2015-2018, que atraviesa por debilidades, pero también por fortalezas.

Una de las debilidades, mencionadas por Ebrard es que en el “polo progresista” se tiene la certidumbre de que la competencia electoral será entre ellos mismos, es decir, entre las izquierdas.

La principal fortaleza es que el 70 por ciento de la población tiene una opinión negativa de la situación económica, además de que el Ejecutivo y su gabinete están en la evaluación más baja en los últimos años.

Y es en esta coyuntura que el PRD decide coaligarse al partido en el poder, al subirse erróneamente a un barco que no es el suyo y que además es un fracaso. De facto, acotó, el perredismo renunció a ser oposición.

Recordó que cuando el presidente Enrique Peña promulgó las reformas a los artículos 27 y 28 de la Constitución, quien más aplaudió fue el gobernador de Morelos, Graco Ramírez representando la manera de pensar de ese partido.

Para Marcelo, el que los perrredistas hayan renunciado a sus principios ideológicos, tendrá su cobro de facturas en el 2015, pues difícilmente responderán a las demandas del grueso de la población inconforme con las actuales políticas.

El mensaje de Ebrard para los presentes, incluido el ex líder nacional del PRD, Leonel Cota Montaño y el ex presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) –sumados a esa fuerza política-, Rafael Ochoa, fue más que motivador.

De ante mano les propuso trabajar para que en el 2015 se escuche la voz “progresista”, y en la misma ruta al 2018, regresar al PRI y a su gobierno a Atlacomulco.

“El Movimiento Ciudadano puede ser el principal vehículo por el que México cuente a partir del 2015 con una oposición progresista y competitiva a nivel nacional”, les aseguró.

¿Esta afrenta la aceptará con la mano en la cintura Jesús Zambrano y Jesús Ortega, principales dirigentes del partido amarillo? ¿Buscarán expulsar a Marcelo del PRD? ¿O bien, esperarán a que Marcelo les renuncie una vez que Carlos Navarrete sea electo abrumadoramente como próximo dirigente nacional?

¿Qué dirán ahora los dirigentes sobre la acusación de que el PRD dejó de ser oposición? ¿También los malagradecidos que no se mostraron solidaros con él por el golpeteo a raíz de la suspensión de la Línea 12? ¿Le creerán su afirmación: se busca oposición?

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jueves, 17 de julio de 2014

Nuevos partidos, ¿conservarán su registro en 2015?

Joel Saucedo

El pasado 9 de julio, el Instituto Nacional Electoral (INE) informó sobre el registro de tres nuevos partidos políticos nacionales: Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido Humanista y Partido Encuentro Social.

De acuerdo a las autoridades electorales, el primero celebró 30 asambleas estatales y acreditó 496 mil 729 afiliados; el segundo 211 asambleas distritales con 270 mil 966 afiliados y el tercero 236 asambleas distritales y 308 mil 997 afiliados.

En la sesión extraordinaria de ese día, el presidente del organismo Lorenzo Córdova justificó el registro de las tres nuevas fuerzas políticas, que –dijo- favorecen la representación de la pluralidad y la diversidad social, además de intensificar la contienda para obtener el voto ciudadano.

Sin embargo, caben señalar algunas interrogantes: ¿en qué beneficiará a la sociedad que ahora tenga diez partidos en lugar de siete? ¿Acaso los siete anteriores han representado verdaderamente los intereses de quienes votaron por ellos?

¿Qué le han aportado a la democracia el Partido Verde Ecologista de México, el Partido del Trabajo, el Movimiento Ciudadano y el Partido Nueva Alianza? Tal vez cierta pluralidad, pero no dejan de ser partidos familiares, cotos de poder o simples satélites de las fuerzas dominantes.

El nuevo partido que en lo sucesivo se denominará Morena, nace con un liderazgo caudillista. Nadie más que López Obrador decidirá los destinos de esta organización, pero sobre todo los millonarios recursos que serán arrancados del presupuesto originalmente contemplado para siete fuerzas políticas.

A partir de agosto y hasta diciembre, Morena, Partido Humanista y Partido Encuentro Social, recibirá cada uno, un total de 31 millones 756 mil 550 pesos, lo que equivale que al mes dispongan de 6 millones 351 mil 310 pesos.

En enero pasado, el entonces Instituto Federal Electoral autorizó para 2014 un presupuesto de 3 mil 810 millones de pesos, de los cuales restan para repartirse –ahora entre diez partidos y no siete-, un total de mil 587 millones de pesos.

La nueva repartición restó al PRI, 26.5 millones de pesos; el PAN dejará de recibir 22.2 millones de pesos y el PRD, 16.9 millones de pesos. En total los tres nuevos partidos recibirán casi 100 millones de pesos en lo que resta de 2014, en un periodo preelectoral.

La única condicionante para que mantengan el registro es que en las próximas elecciones obtengan el 3 por ciento de la votación total, pues de lo contrario estarán en riesgo de desaparecer.

Según proyecciones de Consulta Mitofsky, PRI, PAN y PRD obtendrán en 2015 el 80 por ciento de los votos y 6 por ciento el Partido Verde. El resto 14 por ciento se repartirá entre PT, Movimiento Ciudadano y Panal, así como Morena, Partido Humanista y Encuentro Social.

Los cuentas no salen y si entre los seis partidos pequeños se divide esa bolsa del 14 por ciento de la votación, ninguno mantendría su registro, pues cada uno  tendrían un 2.4 por ciento cada uno. 

¿Son necesarios tantos partidos políticos? Y más aún: ¿es necesario tan elevado gasto millonario para su sostenimiento cuando de sobra se sabe su destino?

Twitter: @JoelSaucedo

martes, 8 de julio de 2014

Triunfo del PRI unirá al PAN y PRD en 2015

Joel Saucedo

El Partido Revolucionario Institucional arrasó en las elecciones celebradas el pasado domingo en Nayarit y Coahuila. En la primera entidad, se eligieron 20 presidentes municipales, 18 diputados de mayoría relativa y 12 de representación proporcional; en la segunda, 16 legisladores de mayoría y 9 de representación proporcional.

Sin duda que los triunfos del partido en el poder representan el preámbulo de las elecciones federales del 2015, donde se renovarán el Congreso Federal y nueve gobiernos estatales.

El mensaje del tricolor es contundente a pesar de la alianza de facto entre el PAN y PRD. Lo dijo claro el dirigente nacional priista César Camacho: la victoria no solo demostró “carro completo”, sino “carro nuevo y listo para usarse”.

Manlio Fabio Beltrones, líder de los diputados en San Lázaro presumió los resultados a la vista. En una democracia que “madura a pasos acelerados”, donde en ocasiones el PRI gana y en otras no tiene esa fortuna, “habremos de defender nuestros triunfos y aceptar las derrotas”.

La mancuerna PAN-PRD encabezada por sus dirigentes Gustavo Madero y Jesús Zambrano -así como el líder de los senadores panistas, Jorge Luis Preciado-, se dio cita en Tepic, donde resaltaron el triunfo en la capital de su candidato, Polo Domínguez.

El escenario que se vislumbra para el próximo año en las 17 entidades donde habrá comicios y la elección de 500 diputados federales, se antoja de pronóstico reservado, pero con el antecedente de un notable triunfo del partido de Enrique Peña Nieto en estas dos entidades. 

En los estados donde habrá elecciones, el PRI gobierna Campeche, Colima, Michoacán, Nuevo León, Querétaro y San Luis Potosí. El PAN, Baja California Sur y Sonora, en tanto el PRD, solo Guerrero.

Y en caso de mantenerse el actual esquema después de las elecciones, de cualquier manera el Revolucionario Institucional se levantaría con la victoria, pues hasta el momento, Michoacán parece ser la entidad más complicada para el priismo, dada la falta de tacto político del gobernador con licencia Fausto Vallejo.

Por el PAN, estará a prueba el liderazgo de Gustavo Madero, quien se impuso a Ernesto Cordero en la pasada contienda y que dejó cicatrices que aún no se curan. La derrota de Josefina Vázquez Mota los sumió en la depresión total.

El partido del sol azteca le apuesta a mantener Guerrero y a jugar por segunda ocasión con el diputado Silvano Aureoles por Michoacán, cuna tradicional del perredismo gobernada por Cuauhtémoc Cárdenas –como priista-, Lázaro Cárdenas y Leonel Godoy.

De antemano hay que recordar que en anteriores elecciones, han sido funcionales las alianzas PAN-PRD, aunque después se desdibujen y sus gobiernos regresen a sus orígenes partidarios. Con los resultados de Nayarit y Coahuila la estrategia de la oposición para coaligarse cobrará fuerza en 2015.

Twitter: @JoelSaucedo
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