Joel Saucedo
La izquierda dividida en
varios partidos políticos perfila a tres candidatos a la Presidencia de la
República para el 2018: Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera.
De llegar en esa condición,
la izquierda tendrá serias dificultades para alcanzar el gobierno federal, pues
no logró tal propósito en las dos pasadas elecciones (2006 y 2012), a pesar de
que el único candidato fue el político de Tabasco.
El primero y quien lleva
desde el 2000 en campaña, ya anunció su tercera postulación bajo las siglas de
Morena, partido de su propiedad y que con dificultad mantendrá su registro durante
su incursión en el actual proceso electoral.
Ebrard es el segundo e hizo
todo lo posible por colarse a la Cámara de Diputados, primero por el PRD y
después por Movimiento Ciudadano. Quería el cargo para usarlo de plataforma en
su ansiada candidatura presidencial.
Sin embargo, al haber
violentado la ley y participar simultáneamente en dos procesos como aspirante,
las autoridades electorales le negaron su inscripción como candidato
plurinominal suplente.
Aun así, Ebrard se mantiene
como la carta fuerte de Movimiento Ciudadano, es decir, es la figura más
relevante del partido, cuya propiedad es del ex gobernador de Veracruz, Dante
Delgado. Esta fuerza política también se juega su registro.
El tercer aspirante de la
izquierda y que con paso firme y sigiloso se perfila para ser el candidato del
PRD, es el actual jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera. Hasta el momento no
hay quien le haga sombra en el partido amarillo.
Hay que recordar que cuando
Mancera era procurador del Distrito Federal, no se encontraba entre los
preferidos para alcanzar la candidatura a jefe de gobierno. Pero logró que
Marcelo se inclinara por él, en lugar de su consentido el ahora senador Mario
Delgado, quien por cierto ya no pertenece a las filas perredistas.
El Partido del Trabajo,
creado en la época del salinismo, es el cuarto partido de la izquierda. En
estas elecciones mantiene una fuerte alianza con el Partido de la Revolución
Democrática, principalmente en la capital del país.
Y si las cosas le salen bien
en las elecciones intermedias, éstos dos partidos, podrían repetir la alianza
en el 2018 apoyando a Mancera, lo cual le daría una ventaja considerable sobre
López Obrador y Ebrard.
De hecho, para el tabasqueño
y Ebrard, el enemigo a vencer es Mancera. Cada que puede, López Obrador ataca
al jefe de gobierno. Hace un par de semanas le pidió que renunciara al cargo
porque supuestamente tenía metidas las manos en las elecciones.
Por su parte Marcelo, no le
perdona a Mancera que vía Joel Ortega, lo haya culpado del fraude que significó
la Línea 12 del Metro. Ebrard no admite responsabilidad alguna, pero lo cierto
es que el servicio en la mitad de la línea sigue suspendido desde marzo del año
pasado.
Este es el escenario de la
izquierda a tres años de la renovación de la Presidencia de la República. Solo
un milagro o una recomposición de las fuerzas políticas, podría cambiarle el
panorama. Pero esto se observa muy remoto.
Twitter: @JoelSaucedo
saucedosj@yahoo.com.mx