martes, 26 de mayo de 2015

Incierto destino de la izquierda en 2018

Joel Saucedo

La izquierda dividida en varios partidos políticos perfila a tres candidatos a la Presidencia de la República para el 2018: Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera.

De llegar en esa condición, la izquierda tendrá serias dificultades para alcanzar el gobierno federal, pues no logró tal propósito en las dos pasadas elecciones (2006 y 2012), a pesar de que el único candidato fue el político de Tabasco.

El primero y quien lleva desde el 2000 en campaña, ya anunció su tercera postulación bajo las siglas de Morena, partido de su propiedad y que con dificultad mantendrá su registro durante su incursión en el actual proceso electoral.

Ebrard es el segundo e hizo todo lo posible por colarse a la Cámara de Diputados, primero por el PRD y después por Movimiento Ciudadano. Quería el cargo para usarlo de plataforma en su ansiada candidatura presidencial.

Sin embargo, al haber violentado la ley y participar simultáneamente en dos procesos como aspirante, las autoridades electorales le negaron su inscripción como candidato plurinominal suplente.

Aun así, Ebrard se mantiene como la carta fuerte de Movimiento Ciudadano, es decir, es la figura más relevante del partido, cuya propiedad es del ex gobernador de Veracruz, Dante Delgado. Esta fuerza política también se juega su registro.

El tercer aspirante de la izquierda y que con paso firme y sigiloso se perfila para ser el candidato del PRD, es el actual jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera. Hasta el momento no hay quien le haga sombra en el partido amarillo.

Hay que recordar que cuando Mancera era procurador del Distrito Federal, no se encontraba entre los preferidos para alcanzar la candidatura a jefe de gobierno. Pero logró que Marcelo se inclinara por él, en lugar de su consentido el ahora senador Mario Delgado, quien por cierto ya no pertenece a las filas perredistas.

El Partido del Trabajo, creado en la época del salinismo, es el cuarto partido de la izquierda. En estas elecciones mantiene una fuerte alianza con el Partido de la Revolución Democrática, principalmente en la capital del país.

Y si las cosas le salen bien en las elecciones intermedias, éstos dos partidos, podrían repetir la alianza en el 2018 apoyando a Mancera, lo cual le daría una ventaja considerable sobre López Obrador y Ebrard.

De hecho, para el tabasqueño y Ebrard, el enemigo a vencer es Mancera. Cada que puede, López Obrador ataca al jefe de gobierno. Hace un par de semanas le pidió que renunciara al cargo porque supuestamente tenía metidas las manos en las elecciones.

Por su parte Marcelo, no le perdona a Mancera que vía Joel Ortega, lo haya culpado del fraude que significó la Línea 12 del Metro. Ebrard no admite responsabilidad alguna, pero lo cierto es que el servicio en la mitad de la línea sigue suspendido desde marzo del año pasado.

Este es el escenario de la izquierda a tres años de la renovación de la Presidencia de la República. Solo un milagro o una recomposición de las fuerzas políticas, podría cambiarle el panorama. Pero esto se observa muy remoto.

Twitter: @JoelSaucedo
saucedosj@yahoo.com.mx


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