domingo, 15 de mayo de 2011

FCH destapa a Cordero

Joel Saucedo

Ante lo adelantado de los tiempos electorales por la sucesión presidencial del 2012, el Presidente Felipe Calderón empezó a mover sus fichas y para ello realizó un virtual destape del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero como el bueno del PAN.

Vamos por partes:

El viernes 13 de mayo, convocó en una comida a los más de mil 800 delegados federales de todas las secretarías de Estado y demás dependencias que tienen un representante en cada entidad de la República.

Los invitados fueron trasladados en autobuses al Centro Banamex. En esta ocasión sólo se permitió el acceso de los medios de comunicación al discurso presidencial.

El programa de Los Pinos que llamó al evento Encuentro Nacional con Delegados Federales, no indicaba la hora de inicio de la comida, pero sí la del final del encuentro, y donde sólo haría uso de la palabra el Presidente.

Pero las cosas no fueron así, al inicio de la reunión tomó la palabra Ernesto Cordero. Fue el único orador antes de la comida. El segundo, efectivamente fue el titular del Poder Ejecutivo. Ningún otro más tomó el micrófono, aunque asistió prácticamente el gabinete en pleno.

¿Acaso el resto de los funcionarios no tenían el mismo derecho a hablar? ¿Qué no había delgados de otras dependencias? ¿Nada tenía que decir el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora? ¿O bien, la procuradora Marisela Morales? ¿O el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna?

Más aún, si la lucha contra el crimen organizado es prioridad del actual gobierno, ¿porqué no se le dio la palabra a los secretarios de la Defensa Nacional, Guillermo Galván o de Marina, Francisco Saynez Mendoza?

Pues bien, en el fondo el mensaje de Felipe Calderón fue contundente. Y al estilo Salinas les dijo palabras más palabras menos: no se hagan bolas, el candidato será Cordero y aquí está. Es decir, el que habló antes que él.

Una vez dentro del magno salón, reporteros, camarógrafos y fotógrafos se encontraron con un discurso presidencial de tintes proselitistas. Calderón habló desde un templete digno de un acto de campaña.

Además en todo momento mantuvo la voz en alto y en ocasiones daba la impresión de gritar de desesperación. Incluso cuando dijo que se alzará con la victoria al final de su mandato. Pero el mensaje fue tomado en dos vías: la elección del próximo año y la lucha contra la criminalidad.

"Salgan y muevan los corazones y hablen a los mexicanos", arengó el mandatario. "Utilicen todos los medios a su alcance para que se sepa su labor", autorizó. Pero antes les aclaró que todos son un equipo y que deben sentirse orgullosos de formar parte de un gobierno humanista (doctrina panista).

Todavía más, se levantó como predicador: "Ustedes son la voz, ustedes son el rostro, ustedes son los oídos del gobierno al que orgullosamente todos pertenecemos. Ustedes en consecuencia deben ser los agentes del cambio y para ser agente de cambio se requiere, también ser precisamente una expresión de ese cambio, ser una luz que brilla de ese cambio, ser precisamente una voz fuerte de ese cambio".

Pero no terminó ahí: "Y por esa razón, les instruyo también de (sic) que sean portavoces de una señal, de un mensaje de esperanza y de una información que es fundamental, que la conozcan las mexicanas y los mexicanos en todo el país".

Anticipándose a las críticas, el Presidente vaticinó que habrá muchas más "difamaciones, calumnias y ataques" a la labor que realizan. Cuando haya razón rectificamos; pero cuando no sea así, no hay motivo para el silencio.

De hecho el mensaje de Calderón ensalsó los ánimos de los servidores públicos que no perdían la oportunidad de aplaudirle a cada instante en uno de los discursos más largos que haya pronunciado: 45 minutos.

"¡Fe-li-pe!", "¡Fe-li-pe!", corearon los cientos de delegados federales. Algunos se despidieron de él de mano. Otros, como el secretario del Trabajo, Javier Lozano, fueron los primeros en abandonar a toda prisa el enorme salón.

Afuera los esperaban edecanes que les entregaron un sobre blanco con una fotografía del Presidente en su despacho de Palacio Nacional y la banda tricolor cruzada al pecho.

Para muchos no quedó ninguna duda de quién será el candidato para el 2012.

PUNTO Y SEGUIDO... No se descarta que este domingo Día del Maestro, ceremonia a celebrarse en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, haya un choque de trenes dadas las diferencias entre la dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo y el gobierno de Felipe Calderón, particularmente con el titular de la SEP y otros de los presidenciales, Alonso Lujambio. Y es que de entrada la maestra buscaba que la celebración se realizara en la tierra de Enrique Peña Nieto. El Presidente se opuso a ello, aunque en su lugar escogió Puebla, donde gobierna Rafael Moreno Valle, allegado a Gordillo, pero la profesora, que es de armas tomar, lo rechazó. El punto intermedio fue entonces el histórico Castillo. Los enterados dicen que Elba Esther podría enviar al senador Rafael Ochoa en su representación... Por cierto, en su visita a Washington, Peña Nieto fue señalado en el Capitolio como el próximo Presidente de México. Eso lo dijo, Henry Cuéllar, el demócrata de más alto rango en el Comité de Seguridad Interna. "Yo soy bueno en los pronósticos", dijo al señalar al mandatario mexiquense como el siguiente gobernante. Lo curioso es que días antes, el mismo Cuéllar se reunió con el Presidente Calderón para hablar sobre la necesidad de elevar la cooperación para derrotar a los cárteles de las drogas en nuestro país... Una más de la nueva sede del Senado de la República. Los aviadores deben estar preocupados por su futuro. Y es que los lectores recordarán que Calderón no acudió a la ceremonia inaugural del recinto por el temor a un bloqueo del SME. Los responsables de su seguridad buscaron alternativas y en caso de protestas, concluyeron: "lo sacamos en helicóptero". Pero oh, sorpresa. El helipuerto tampoco estaba listo...



saucedosj@yahoo.com.mx

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