Joel Saucedo
Todos los partidos políticos
están en completa ebullición, pues al empezar 2015 habrá desbandadas en cargos
públicos y en los diferentes Congresos del país, con el fin de que los
políticos busquen un cargo de elección popular.
En el proceso electoral que
se vislumbra de pronóstico reservado, habrán de disputarse 2051 puestos, 9
gubernaturas, 500 diputaciones federales y el resto en presidencias
municipales, delegaciones y Congresos locales de 17 entidades, incluida la capital del país.
Al escenario político
electoral se sumarán por primera ocasión tres fuerzas políticas: Movimiento
Regeneración Nacional (Morena), Partido Encuentro Social (PES) y Partido
Humanista (PH).
De manera particular, Morena
se perfila para dar la batalla, sobre todo en el mercado de la izquierda, donde
cohabitan el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo
(PT) y Movimiento Ciudadano (MC).
Morena tiene como máximo
líder al oriundo de Macuspana, quien en forma por demás inusual ordenó que se
rifaran las candidaturas, sin importar si se cuenta o no con el perfil para
desempeñar un cargo de tan elevada envergadura para el servicio público.
Se trata de un partido que
dará la pelea, principalmente en el Distrito Federal. De entrada perfila a un
político de talla profesional como Ricardo Monreal Ávila para gobernar la
delegación Cuauhtémoc y de ahí a la candidatura de la jefatura de gobierno para
el 2018.
Los otros dos partidos
Encuentro Social y el Humanista, estarían en riesgo perder el registro, pues
desde que se les autorizó funcionar como fuerza política, poco o nada han
hecho. Su penetración entre la sociedad y los medios de comunicación ha sido
casi nula.
Además, las tres
organizaciones partidistas tienen la desventaja de que no podrán concretar
alianzas, pues la ley lo prohíbe en la primera elección en que deberán
participar.
En cuanto a las tres
principales fuerzas políticas, se encuentran en una disyuntiva, pues la actual
ambiente de crispación los ha sumido en una brutal crisis de credibilidad que
les restará votos en donde tienen supremacía.
Por ejemplo, el Partido de
la Revolución Democrática, estaría perdiendo la gubernatura de Guerrero dado el
escándalo generado por el involucramiento de José Luis Abarca en la desaparición
de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En Michoacán la situación no
es menos complicada, pero aquí los perredistas preparan lanzas para regresar al
gobierno, tras el escándalo y la forma en que salió el priista Fausto Vallejo,
al divulgarse un vídeo donde su hijo conversa amenamente con Servando Gómez, La Tuta.
En la capital del país, el
perredismo podría verse afectado en las urnas por la serie de pifias en que ha
incurrido el delegado en Iztapalapa, Jesús Valencia a raíz del accidente en que
se vio envuelto con una vehículo prestado por contratista de la demarcación, lo
cual está a punto de llevar a la renuncia del funcionario, quien de todos modos
se iba a separar del cargo para buscar una diputación.
Este es a grandes rasgos el
panorama político para las fuerzas partidistas en 2015 que pelearán de manera
descarnada el poder. Ya lo veremos.
Twitter: @JoelSaucedo
saucedosj@yahoo.com.mx